viernes, 30 de julio de 2010

Reseña sobre "Taibhse" de Carolina Lozano



Título: TAIBHSE
Autor/a: Carolina Lozano Ruiz
ISBN: 978-84-236-8697-1
Páginas: 312
Tamaño: 21 x 14 cm. Cartoné.
Fecha de publicación: 15/03/2010
Editorial: Edebé

Lo primero que nos llama la atención del libro es el título: Taibhse, una palabra escocesa que se utiliza para referirse a las apariciones. Lo curioso de la novela escrita por Carolina Lozano, es que no es solo una historia de fantasmas, ni mucho menos una historia de terror. El eje principal es la amistad, la superación personal y el miedo a perder lo que nos hace felices.

Taibhse narra la historia de Liadan (Lia), una joven de Barcelona que estudia en el Colegio Royal Dunedin de Edimburgo una temporada. Allí conoce a un joven llamado Álastair. Entre ambos surge una profunda amistad y confianza que posteriormente se convierte en algo más. En la biblioteca del colegio comienzan a suceder una serie de hechos inexplicables y finalmente Lia se da cuenta de que Álastair no es humano, sino una aparición. Con el descubrirá la otra cara de la ciudad y observará que no todo es lo que parece...

Se hace necesario destacar la excelente ambientación de los lugares de Edimburgo, del folklore y leyendas de la ciudad por la autora: Carolina Lozano, que tal como explica en su página web estuvo de viaje en 2006 y realizó una investigación exhaustiva sobre la ciudad, leyendas, historia y habitantes. En la novela se mezcla realidad y ficción; solo algunos personajes y escenarios son totalmente inventados, aunque la mayoría parten de personajes reales.
La autora se inspiro en la propia ciudad de Edimburgo, sus gentes y folklore para escribir Taibhse, pero además se vio de algún modo influenciada por obras como “ El Señor de los Anillos” de donde refleja temas como la amistad; la lealtad o la necesidad del ser humano de enfrentarse a adversidades y hacerse fuerte. Otra obra en la que se inspiró fue “La Momia” de Anne Rice, de la cual toma el concepto de eternidad; o “Berta la Larga” de Cuca Canales, en la que se trata la historia de un amor imposible como el que surge entre la protagonista Liadan y Álastair.
Lo que me ha parecido realmente interesante de Taibhse es cómo trata la figura del fantasma. No solo la presenta como la típica aparición. El fantasma es tratado como un personaje más, con sentimientos y debilidades. Los que aparecen en la novela pertenecen a las tradición de las islas Británicas y existen, por efecto de la transformación de la energía. No les gusta ser vistos por los vivos porque representan una amenaza para ellos, son capaces de destruirlos. No aman mucho la vida porque no la tienen. Cada aparición tiene unas propiedades diferentes: algunos son transparentes, otros opacos, pueden hacer descender la temperatura; influyen sobre la electricidad…La mayoría son personas tristes y desgraciados que se sienten enjaulados en su condición. Cada uno de ellos posee características propias.
La novela está narrada en primera persona, en presente. Cada capítulo lo cuenta un personaje (algunos se repiten). Ello provoca que el lector tenga facilidad para meterse de lleno en la historia y sentir próximos a los personajes. La forma de narrar que utiliza Carolina Lozano es sencilla aunque hace uso de un rico vocabulario. La autora logra un equilibrio perfecto entre descripciones (no se hacen largas ni pesadas) y diálogos. Los personajes nos atrapan desde el primer momento y evolucionan durante toda la trama. Un ejemplo es Liadan, una chica joven, muy buena estudiante que adora leer, algo introvertida y poco sociable que parece estar siempre en su mundo. Los personajes secundarios están muy bien trazados y aportan mayor riqueza a la historia, haciendo que el lector logre aproximarse a ellos, como ejemplo Caitlin, la aparición de una chica triste y solitaria que acabará siendo amiga de Lia.
Carolina Lozano, escritora y bióloga, es autora de la saga “Las Sendas de la Profecía” (de las que han sido publicadas: “La cazadora de profecías” y “el poder del mago”(Ed. Vía Magna), “Pegasus” y “Diabólica” (Ed. Versátil). La novela Taibhse fue finalista en el Premio de narrativa juvenil convocado por la editorial Edebé. Para más información sobre la autora y su obra:

www.carolinalozano.com
www.estanahiaunquenolosveamos.com (Información sobre Taibhse).

viernes, 23 de julio de 2010

Blog cerrado por vacaciones

Hola,

A pesar de que yo no tengo vacaciones se las doy a mi blog unos días. Como anuncié en facebook, la semana que viene estaré poco tiempo conectada a internet. Me voy unos días a relajarme, leer, pasear y a continuar con la revisión de la novela, que faltan algunas cosillas que modificar. Necesito desconectar un poco del mundo virtual.

Podéis escribirme al correo electrónico: cristina.argent@terra.es (algunas mañanas miraré el correo:)


!Hasta pronto!

jueves, 15 de julio de 2010

La Flor de Jade II. Jesús B. Vilches



Presentación del segundo volumen de "la Flor de Jade, el Círculo se Abre" en el Mono Araña de Madrid

Por invitación de la Delegación Madrileña de las Asociaciones Fénix de Fantasía Épica "El Oráculo del Fénix" el autor cordobés J. Vilches presentará el segundo volumen de su saga épica "La Flor de Jade", El Círculo se Abre", este sábado 17 de Julio en Madrid en el Mono Araña (C/. de las Peñuelas 14 -zona Paseo de Acacias-) a las 18:00h. Se contará con la presencia del también autor de la editorial Mundos Épicos, Alfonso Cea que presentará su también segundo volúmen "El Sacrificio de las Almas Gemelas", perteneciente a su saga "Los Héroes Malditos". Con ellos estará el ilustrador de ambas sagas, Javier Charro que abundará sobre el proceso de creación de ambos trabajos. Resultará una oportunidad única para conocer a estos jóvenes autores, interrogarles sobre los pormenores de sus novelas, adquirir o llevarse la firma no solo de sus autores, sino también del ilustrador. En fin, es una propuesta magnífica para todos los amantes del género y en particular para los seguidores de ambas sagas. Y una oportunidad nueva para quienes aún no las conocen.

http://flordejade.blogspot.com

domingo, 11 de julio de 2010

Las manos



Hola,

Continúo con mi temporada de descanso pero ya no aguantaba más sin escribir, y aunque fueran unas breves frases que me venían a la cabeza, he tenido que escribirlas. Ahí van.

!Hasta pronto!


LAS MANOS

Cuando caía la tarde, mi abuelo solía sentarse en la antigua mecedora del salón, cuyos huesos de madera parecía que iban a resquebrajarse en el momento en el que dejara caer el peso de su cuerpo sobre su estructura. Transcurridos unos minutos, sus párpados se cerraban, cayendo con elegancia, y el quedaba abandonado a un intenso sueño que lo conducía más allá de sus pensamientos cotidianos, hacia mundos desconocidos.

Era justo en aquel momento, cuando cerraba los ojos, en el que mi vista se deslizaba hasta sus enormes manos y quedaba enredada. No podía evitar permanecer embobado mirándolas fijamente como si nunca antes las hubiera visto. El tiempo había jugado a su voluntad con ellas, hasta lograr agrietarlas. Ahora, al verlas colgar de los reposabrazos, lograba sentir en mi mente su áspero tacto y surugosidad, aunque que no me resultaban desagradables.

Sus manos contenían la esencia destilada del producto de horas y horas de trabajo, pues mi abuelo pasó muchos años recogiendo algodón bajo los rayos de un sol abrasador que había dejado su piel forrada de una capa de oro. Cada una de las arrugas que se arremolinaban con gracia sobre su epidermis revelaba un fragmento de sabiduría oculta. Sus manos parecían esconder secretos que esperan a ser desvelados; aquellas manos injertas de vida hablaban. Manos inmóviles, poseedoras de alma, eran como entes poderosos y acechantes capaces de enfrentarse a cualquier cosa, y ahora ahora aguardaban anhelantes su cruel destino.

A pesar de haber recogido algodón toda su vida, las manos de mi abuelo no eran ordinarias ni repelían como las del resto de campesinos; callosas y sucias. Eran fuertes, su tacto de una deliciosa rugosidad, y atraían a primera vista como alhajas antiguas que quedan intactas tras el paso de los años.

Las manos de mi abuelo eran reflejo de él mismo, de su espíritu emprendedor y fortaleza vital. Siempre que lo recuerde, tal vez en un futuro, sentado esta misma mecedora, recordaré sus manos.